martes, 29 de julio de 2014

El último sueño


Ya no sé con qué soñar. La luz sigue apagada en la otra orilla. Y aquí no me queda nada. Digo por inercia las frases aprendidas mientras sobrevivo a los días planos que tanto odio. No sé si quedan sueños. No quedan palabras. La esperanza sigue gritando aterrada, aferrada a la amarga realidad.
Pero el pasado no existe, lo inventaron para tener algo a lo que volver, algo donde mirar, porque nos daba miedo enfrentarnos a la niebla.
Sigue volviendo la vista y acabarás destrozando los sueños que te quedan y convertida en sal.

Incluso descalza.

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