viernes, 31 de octubre de 2014

Mamá, no quiero ser artista

Que la gente me pregunte asombrada qué me ha llevado a las oposiciones de Historia no me quita el sueño, lo que lo hace es la inquietud que me corroe a título póstumo acerca del devenir que me llevó a Bellas Artes. Que no me arrepiento, no. Que, de haber tenido que elegir hoy hubiera preferido otra cosa, no me cabe duda. Y supongo que es algo de lo que nadie escapa. A la evolución personal que nos conduce por senderos que no imaginamos. Como el amigo informático que huyó de las expectativas de unos padres biólogos, y ahora cambia el píxel por el átomo. Como pasar las noches muertas pensando qué soy y qué querría ser en la vida, y llenar libretas de respuestas que no me creo. Y en un recodo del camino, encontrarme con un principio. Un recuerdo breve. De mayor quiero ser profesora o escritora

Llevaba veinticuatro años de retraso, retozando con la perspectiva de otros oficios, entre ellos el de ilustradora, o diseñadora gráfica, que aún me arrastran a los peores desvelos. Veinticuatro años en los que di por hecho más cosas que las que razoné. Y confié en la providencia más de lo que se merece. Y olvidé cultivar mi mente: el error más atroz de los que me toca apuntalar ahora. 

Ahora, que me reencuentro con una vocación olvidada. De mayor quiero ser profesora [...] Que me dirijo a una puerta concreta, con la ilusión desbordante de saber (creer) que es tu puerta. Qué digo tu puerta, es tu puerta. Con la emoción de adorar hacer aquello que hay detrás. Sabiendo qué eres y qué quieres ser el resto de tu vida. Ahora.

Ahora, me callo las lágrimas y mastico despacio la ignorancia y la falta de preparación. Porque se va a hacer bola cuando trague. 

3 comentarios:

  1. Yo también me he tragado muchas lágrimas y he comprobado que desviarte del camino al que estás llamada no sirve de mucho, porque hay una fuerza misteriosa que tira de ti, vayas donde vayas, como si una realidad intangible se diera cuenta de que tú le perteneces y es en ella donde está tu lugar.
    Es una gran noticia que hayas retomado la escritura y un placer que este hermoso blog vuelva a brillar con luz propia. Nunca debiste cancelarlo.
    No te arrepientas sino de aquello que ni siquiera has intentado. Siempre habrá alguien que de mayor quiera ser como tú. Y es fascinante descubrirlo.


    Á.

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  2. "Llenar libretas de respuestas que no me creo"

    Esto es brutal, y se me clava cada palabra.

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  3. Y tan real como la vida misma.
    Muchas gracias

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