viernes, 17 de septiembre de 2010

Ab aeterno

Me duele pensarte, tan cerca del final. Me duele, aquí dentro, en el cerebro, y el alma se me arruga como una sábana mal puesta.

En qué momento decidí salir a nadar, salpicada por las olas, olor a mar. La sal marca las esquinas de la noche.

Y los días se muerden unos a otros, rabiosos y desconfiados, mientras el cielo se mancha de verde y de impaciencia. Silencio y ovación, y un grupo de estrellas muy juntas, olor a amor y a piel pegajosa, el sudor se acurruca en los huecos de tu cuerpo. Y las ganas de sentirte.

Minuto a minuto, como deseos caídos, vuelvo a ti, a tus esquinas y huecos, a la mar, a las estrellas arrugadas y tu piel pegajosa.

Y qué ganas de sentirte.

1 comentario:

  1. La verdad es que esperaba poder ponerte algo interesante, pero esta mañana he amanecido deprimido y sin inspiración. Así que dejaré que la señorita RR hable por mi.

    http://www.youtube.com/watch?v=NgbcXig1TZ8
    :)

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